La stevia es un arbusto perenne que puede alcanzar hasta un metro de altura, con las hojas de un verde claro brillante, y las flores de color blanco, poco vistosas, que aparecen en ramilletes al final de cada tallo. Su hábitat natural es América del Sur, entre Brasil y Paraguay.
Parece ser que su fama se está extendiendo a pasos agigantados por todo el mundo, de tal manera que, en algunos lugares, ya se cultiva con fines comerciales.
El interés radica en una sustancia azucarada que contienen sus hojas, la cual tiene un poder endulzante 300 veces superior al azúcar que normalmente consumimos, con la particularidad que es totalmente natural y no posee ninguna toxicidad conocida por el momento.
Según cuentan tiene un sinfín de propiedades medicinales para muchos problemas de salud, en especial para los diabéticos, pues la pueden consumir como edulcorante, en sus dietas, sin ningún peligro. Cuentan que además de reducir su nivel de glucosa en sangre también les mengua ese deseo irresistible que padecen por los dulces.
Ya existen productos farmacéuticos para su consumo elaborados a partir de esta planta. Posiblemente sea un regalo de la naturaleza que los indios guaraníes siempre han utilizado de forma tradicional.
Stevia, flores |
Stevia, hoja |
Tal vez nos encontremos ante una especie de panacea de la salud en el futuro. Esperemos que la ambición de algunas empresas multinacionales, con su afán acaparador, no termine con esta nueva esperanza.
Para mi, personalmente, es una planta nueva y poseo poca información fiable sobre ella. Les aseguro que todos los datos e informes que vaya descubriendo sobre la planta, tanto si son buenos o malos, les tendré informados queridos lectores.
Fotografías de José Romero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario